
Durante las largas conversaciones que mantengo con algún usuario del foro (además de la evidente despreocupación por parte de la gran mayoría de la sociedad), veo que no se entiende que «significa» sobrepasar el pico del petróleo y sus consecuencias en años venideros.
El gráfico fundamental.
Primero recuerdo la curva que, en mi opinión, vamos a seguir en las próximas décadas.
La línea azul es el modelo de la producción de petróleo (elimina los ruidos de guerras, pandemias, etc) y los puntos rojos son la producción real, con sus altibajos no lineales.
Lo primero que observamos es que entre 2010 y 2025, la producción de petróleo se sitúa entre 80 y 82 millones de b/d. La diferencia hasta los 100 millones de b/d, no es petróleo, sino líquidos de gas natural, biocombustibles y ganancias de las refinerías. Esto sería la oferta.
Hasta 2018, diferenciando lo que es petróleo de lo que no es. La línea negra intermedia, marca crudo más condensados, dejando por encima los LGN (NGLs), Biocombustibles (en el gráfico como otros líquidos) y ganancias de las refinerías (processing gains).
Se ve la producción en 2018 (línea negra intermedia) en torno a 80-82 millones de b/d.
Desde entonces, Noviembre 2018 alcanzó el pico puntual, en media anual el pico es 2019 (en torno a 82 millones) es inferior.
El shale oil estadounidense tuvo también su pico. A pesar de los altos precios, no ha conseguido acercarse a su máxima producción. Podrían en un momento de locura, perforar miles de pozos para sobrepasar el pico anterior, pero sería a costa de agotar las ubicaciones de primer nivel y reducir la productividad futura de la cuencas. Y además, viendo el decline espectacular de sus pozos, sería un máximo que duraría muy poco.
Demanda de petróleo.
El consumo de petróleo se mantiene bastante estable, siguiendo la curva del consumo per cápita, multiplicado por la población mundial. Como el consumo per cápita se mantiene extraordinariamente estable en los últimos cuarenta años, el aumento de la población (*) nos empuja a consumir más cada año. Esto es la demanda.
Es necesario decir que la demanda en Occidente (en conjunto) está estancada desde hace cuarenta años y la demanda futura viene del resto del mundo, sobre todo Asia. Un gráfico a largo plazo , lo deja muy claro y es referente para entender porque en Occidente cada vez tenemos menos importancia para los productores de petróleo exportadores.
Cuando la demanda es más alta que la oferta, la diferencia se cubre mediante el uso de los inventarios, mientras que cuando la oferta es superior a la demanda, los inventarios reciben ese extra y se incrementan.
Cuando en el año 2019 se alcanzó el peak oil, se produjo una ruptura del equilibrio mantenido muchos años. La demanda tiene una progresión lineal alcista, que solo depende del aumento de población, mientras que la oferta llegó al máximo en el promedio del año 2019. A partir de entonces, la oferta no era capaz de seguir la demanda y durante unos meses, completamos el balance, mediante el ajuste en los inventarios.
En 2020 llegó la pandemia, nos encerraron a todos y el consumo se desplomó mucho más rápido que la oferta. Como consecuencia de ello, los inventarios se dispararon y crecieron hasta máximos. Luego, la producción de petróleo se ajustó a la baja y las restricciones fueron disminuyendo, con lo que la oferta se quedó por debajo de la demanda y durante la segunda parte de 2020 y todo 2021, los inventarios se fueron reduciendo.
Subidas de precios
Nos plantamos en 2022, con los inventarios rozando los mínimos históricos y la producción casi, casi, al máximo posible, pero todavía 3 millones de b/d por debajo del máximo de 2019, como consecuencia natural del peak oil. En el primer gráfico, estamos recorriendo ese suave descenso de 2020 a 2025, donde la producción solo caerá dos millones de b/d.
El problema es que la demanda crece 1 millón de b/d cada año, sin restricciones, por lo que aunque la producción se mantenga casi estable, el diferencial entre oferta y demanda sigue creciendo año tras año.
Como la oferta hemos visto que no puede crecer mucho, primero el ajuste del balance se realizó sobre inventarios y cuando estos bajaron bastante, el precio del petróleo comenzó a subir para rebalancear la ecuación. Si la oferta no puede subir, el ajuste debe venir por la reducción de la demanda. El alto precio del petróleo contribuye a la destrucción de la demanda y subirá tanto como necesite, hasta que la demanda se ajuste a la oferta.
Consecuencias
Las subidas de precios eliminan demanda por orden. Primero los países más débiles no pueden pagar y dejan de consumir. Líbano, Yemen, Síria, Sri Lanka, casi toda África, Haití, Cuba, incluso Pakistán y Turquía, no pueden seguir los precios y el consumo desciende.
Cuando a pesar de esta «eliminación», la demanda es todavía muy alta, el precio sigue subiendo hasta afectar al primer mundo. Las soluciones que se han planteado y en algún caso ya ejecutado, son las subvenciones y las reducciones de impuestos. Esto permite a los usuarios mantener el poder adquisitivo, pero tiene el inconveniente de no reducir el consumo. Los dirigentes políticos no quieren que se reduzca, porque la consecuencia obvia es la recesión.
Pero el peak oil, no permite concesiones. Si las ayudas al consumidor, mantienen la demanda, el resultado será un mayor incremento de precios hasta que se reduzca la demanda. Este hecho se produce con mayor claridad, cuando los inventarios bajan por debajo de un mínimo insostenible, aunque todavía no hemos llegado a esa situación.
Podemos ver la desesperación de los políticos por dos razones muy claras.
Primero porque tratan a toda costa de aumentar la producción. ya hemos visto y seguimos viendo el peregrinaje de Biden, Boris J, Blinken y los que sean necesario a Arabia Saudí, para que aumente la oferta. Y también las repetidas negativas, porque su capacidad está al límite.
Segundo porque están utilizando a todo trapo, las Reservas Estratégicas, para ayudar a mantener la producción de las refinerías.
Es evidente que el tiempo corre en su contra y los dos años que ganamos con la pandemia, ya los hemos gastado.
Si los inventarios siguen bajando hasta ese límite insostenible, tarde o temprano los precios del petróleo estallarían y no se quiere esa situación de crash.
En este gráfico vemos la situación actual de los inventarios de la OCDE y sobre todo la rápida caída desde el verano de 2020, que se prolonga hasta hoy. Estamos muy por debajo del rango histórico promedio.
En algún momento, se tienen que plantear varias opciones para reducir la demanda. Y aquí entran las prohibiciones, los racionamientos, las restricciones por un nuevo brote u oleada del virus, un ataque cibernético o una guerra a gran escala, las opciones son numerosas y todas muy desagradables.
Alternativas.
Nos han vendido las renovables como sustitución de los combustibles fósiles. Ya hemos visto este invierno, las consecuencias cuando el viento no sopla o ahora con la calima del desierto, la inutilidad de la fotovoltaica cuando todo el cielo está nublado. Por supuesto, si la capacidad fuera cuatro o cinco veces la actual, el resultado sería el mismo cuando no hace viento o no luce el sol. Necesitamos capacidad de almacenaje y la infraestructura necesaria está muy lejos todavía. El coche eléctrico, en el mejor de los casos (sustituyendo toda la flota de 1.200 millones de vehículos) podría sustituir un 25% del consumo de petróleo porque el resto son otros consumos.
Pero además la AIE ya ha llamado la atención sobre las materias primas críticas para desarrollar la revolución renovable. Exige un acusado incremento de materias primas concretas.
«Según las estimaciones de la AIE, en un escenario en que se materializaran los Acuerdos de París -que buscan limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados-, el desarrollo de los coches eléctricos y de las baterías supondría multiplicar al menos por 30 el consumo de minerales para esos usos entre 2020 y 2040.
La mayor subida sería para el litio, para el que la demanda se multiplicaría por 32; para el grafito, por 25; para el cobalto, por 21; para el níquel, por 19; y para las tierras raras por siete.»
Desde luego la producción de litio, grafito, níquel, cobalto, son importantes, pero ninguna como el cobre, indispensable en todos los sectores. Las perspectivas no son buenas. Y eso sin tocar el tema de la falta de diésel que impacta en el desarrollo de toda la minería.
La única alternativa válida es el decrecimiento controlado y es algo que no va a suceder, porque exigiría un acuerdo mundial. Los poseedores de la materias prima siempre se negarán y preferirán consumir su propio petróleo y que decrezcan los demás.
Ya estamos llegando a este punto y por eso, las materias primas son tan importantes.
¿Cuánto?.
La respuesta es sencilla. El desabastecimiento de solo una semana de combustible o alimentos, crearía un caos que propiciaría un colapso inmediato. Solo una semana. Naturalmente no lo hemos visto, porque todavía existen inventarios. No hay escasez… todavía.
El futuro.
Mantengo en el blog, la perspectiva del primer gráfico. Mientras la producción no inicie el acantilado Séneca, podremos sobrevivir con medidas extremas.
Si ahora existe preocupación, imaginar lo que pasará cuando iniciemos el recorrido por la parte bajista de la curva Séneca.
Hasta 2025, tensión, desesperación, medidas y contramedidas, el intento desesperado de obtener lo máximo del shale oil, extremar la presión sobre la Opep, levantar las sanciones a Irán y Venezuela, para conseguir petróleo en cualquier rincón del mundo. Golpes de Estado, alguna guerra en países petroleros, inflación.
El diésel será el primero en la lista.
https://oilprice.com/Energy/Energy-General/The-World-Is-Facing-A-Critical-Diesel-Shortage.html
Entre 2025 y 2030, será difícil evitar un amplia depresión, en los países sin recursos, como Europa.
Después de 2030, el colapso y el decrecimiento a continuación será el pan nuestro de cada día. Si conseguimos adaptarnos a un nivel de vida un 80% inferior (tampoco es tanto, vivir como en los setenta), no habrá necesidad de guerras por los recursos y la calidad de vida será inferior, así como la esperanza de vida, pero volveremos al campo como antaño.
Hay muchas posibilidades y mejor esperar antes de decidirse por una opción u otra.
Explicación de la curva Séneca.
¿Por qué la producción de petróleo tiene que caer tan rápido?.
Solo podemos extraer el petróleo que hemos descubierto con anterioridad. Es importante por lo tanto, llevar la cuenta de los descubrimientos.
La producción es superior a los nuevos descubrimientos desde los años 80 del siglo anterior. Si descubrimos menos de lo que consumimos, las reservas disminuyen. ¿Cuánto?. Ver el siguiente gráfico.
En la línea verde vemos la caída de las reservas. Es evidente que si subimos o mantenemos la producción y apenas descubrimos nada, la velocidad de caída se acelera con el tiempo.
La relación descubrimientos-producción es demoledora.
Si en lugar de pensar solo en este año, llevamos las curvas veinte años más allá, resulta evidente que habremos consumido las reservas procedentes de los grandes descubrimientos del pasado, por completo.
Los últimos picos, corresponden a Kashagan en 2000 y presal brasileño en 2007-2010. Faltaría Sverdrupp en Noruega y Guyana, para completar el desastre desde 1990. La tendencia es inequívoca y por eso la línea verde del gráfico anterior, tiende rápidamente a cero.
Conclusión.
Lo que nos ha mantenido hasta aquí, ha sido primero la pandemia y luego los inventarios. Ambos están en caída libre (bueno veremos la pandemia si no se reactiva) y las luces rojas parpadean en todas las cancillerías. Nos quedan unos años «normales», antes del descenso irreversible.
Las autoridades tienen como objetivo primordial, mantener la confianza en el sistema a toda costa. Deben tener las bolsas arriba, la renta fija controlada y el sistema fiduciario estable, para poder imprimir los papelitos necesarios para alargar la sensación de «normalidad». En el día a día es lo que perciben los inversores por ejemplo, que ven como las bolsas son inmunes a cuantos desastres se presentan. Si caen, se recuperan con rapidez, si la inflación salta al 8% y los tipos reales se vuelven muy negativos, pueden comprobar como los tipos de mercado de los bonos no se inmutan y por ejemplo, en España con una inflación del 7%, el bono a diez años estaba en el 1% hasta el inicio de la guerra. Esto no se había producido nunca pero da sensación de que todo está controlado.
En 2014, Dragui fue claro. Vamos a comprar todos los activos excepto el oro. No era una tontería, era simplemente que había que mantener la confianza a toda costa.
https://www.elmundo.es/economia/2014/12/04/54807813268e3e97598b456b.html
«Draghi ha vuelto a atenerse al papel acordado por el consejo y además se ha esforzado por aportar transparencia sobre el debate, relatando que el consejo ha debatido la posibilidad de comprar todo tipo de activos excepto oro. De momento limita las expectativas de los mercados y aplaza hasta 2015 cualquier nuevo paso del BCE.»
Lo llevan haciendo desde 2008 (con unos llamados equipos de protección, que se ponen en marcha, cuando hay presión bajista en los mercados) y ha funcionado mientras la inflación se ha mantenido muy baja. El exceso de impresión monetaria, se ha aliado con una cierta escasez y ha dado como resultado inevitable el incremento de los precios y una inflación elevada. No es posible revertir esta situación sin restringir con fuerza la demanda, lo que origina una recesión-depresión inevitable, que por razones de la escasez de petróleo se volverá permanente.
Pero frente a esta visión occidental, ya se está preparando un bloque antagónico, que valora la escasez de materias primas y niega la superioridad del sistema fiduciario frente al verdadero valor de los recursos. Todavía no se ha formado, pero la invasión de Ucrania y las sanciones posteriores, lo ha hecho salir a la luz.
https://futurocienciaficcionymatrix.blogspot.com/2022/03/corriere-de-la-sera-el-plan-secreto-de.html
A pesar de todo, bienvenidos al decrecimiento, por más que van a tratar de alargar la ficción, tanto como puedan.
Como decía al principio, la mayor parte de lo población occidental está encantada con este sistema y el éxito de la política iniciada en 2008 es innegable.
Ahora que cada uno evalúe la situación y decida si quiere tomar la pastilla roja y salir de Matrix o tomar la pastilla azul y seguir dentro, en el mejor de los mundos.
Saludos.
PD Y ahora una pregunta fundamental. India, el sudeste asiático y África, consumen muy poco petróleo per cápita.
https://www.indexmundi.com/g/r.aspx?v=91000
¿Qué pasaría, si en justa reivindicación, quieren aumentar notablemente su calidad de vida, hasta acercarse a los niveles occidentales, como ha hecho China?.
Aconsejo mirar la tabla anterior, para ser conscientes que esta petición que nadie puede rechazar, significaría aumentar el consumo de petróleo mundial, no menos de tres veces. ¿Cómo vamos a sobrevivir?.
Es otra de las razones que justifican la frase, «el crecimiento infinito es imposible en un planeta finito».
Esto es lo que hemos hecho contando solo los 1.000 millones de occidentales y unos pocos chinos.
Si se une el resto del tercer mundo (otros 5.000 millones de personas), ¿podemos continuar haciendo crecer la curva hasta el infinito?.
Después de que hayan leído esta presentación y teniendo en cuenta estos dos últimos gráficos, se hace pertinente la pregunta, ¿de verdad alguien puede pensar en una transición renovable, que sustituya totalmente al petróleo y además … seguir creciendo durante mucho tiempo?.
(*). Al menos el crecimiento de población parece que se está estabilizando.
https://econimica.blogspot.com/2020/01/global-births-population-of-potenial.html
Otra previsión a largo plazo, que sospecho tiene difícil cumplimiento.

Dejar una contestacion